La Resistencia al Cambio TIC: Lo actitudinal como causa


En el ámbito educativo, la resistencia al cambio tecnológico es un problema y a la vez un desafío que requiere un diagnóstico preciso para poder abordarlo de manera eficiente. Actualmente, los docentes se enfrentan a la introducción de nuevas tecnologías y herramientas digitales como la inteligencia artificial, lo cual ha significado una disrupción sin precedentes que está demandando a los diferentes actores nuevas competencias y habilidades para su uso.


Conjeturas acerca de la Resistencia al Cambio Tecnológico

Como ha sucedido con los desarrollos tecnológicos precedentes basados en TIC, algunos mostrarán resistencia en cuanto a su adopción y uso. Esta resistencia no solo está relacionada con la falta de competencias y conocimientos técnicos, sino también con una percepción distorsionada donde intervienen diversas y complejas variables.

En efecto, muchos profesionales de la enseñanza suelen sentir temor o inseguridad ante lo desconocido, mientras que otros pueden estar apegados a metodologías y herramientas tradicionales que les han funcionado en el pasado. La falta de confianza, el miedo al fracaso, la poca motivación o la idea de que las nuevas tecnologías pueden afectar negativamente su trabajo, también contribuyen a que el docente se aferre a su zona de confort laboral.

Diagnóstico de la Situación

De acuerdo a mi diagnóstico, realizado en entornos de interacción formativos (conversatorios, talleres y seminarios centrados en la temática TIC), la resistencia al cambio en relación a incorporar las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) al proceso de enseñanza-aprendizaje se debe a una actitud negativa sobre estas herramientas.

Ciertamente, la mayoría de los maestros y profesores no son nativos digitales como sus alumnos; sin embargo, aún estos a pesar de convivir cotidianamente con los más variados dispositivos, plataformas y servicios tecnológicos evidencian resistencia a utilizarlas en su proceso de aprendizaje formal e informal. Creo entonces que el problema es de actitud principalmente.

Análisis y Autoevaluación

Pero hagamos un ejercicio de análisis. Vamos a considerar la perspectiva de nuestra propia resistencia al cambio. Si asumimos la premisa de que la predisposición a lo tecnológico es de carácter actitudinal, tendríamos que comenzar a autoevaluarnos objetivamente a fin de encontrar las causas que nos produce ese rechazo.

En mi opinión, lo primero a revisar sería la dimensión cognoscitiva. ¿Qué tanto sabemos o creemos saber de las TIC y sus potencialidades para la enseñanza y el aprendizaje? La acción inmediata a esta pregunta es comenzar a recopilar información exhaustiva acerca de cuáles son y como acceder a las principales herramientas, plataformas y servicios existentes, cuáles son sus utilidades educativas y cómo podemos desarrollar mediante su uso propuestas elearning y/o recursos educativos de valor.

Reflexiones sobre el Impacto en la Educación

Esta primera reflexión nos lleva a una segunda; cual es hacernos conscientes de todas las posibilidades para enseñar que estamos desperdiciando para el logro de nuestra misión como profesores, privando injustamente a nuestros estudiantes de contenidos, estrategias y actividades de alto valor para el aprendizaje significativo y permanente.

Una vez superadas las interrogantes anteriores, seguramente nuestro componente actitudinal "afectivo" se verá impactado positivamente. Nuevas imágenes en torno a las TIC emergerán y se posicionarán en nuestra mente: amigables, gratuitas, flexibles, poderosas y ubicuas serán algunos de los adjetivos que ayudarán a perfilar una nueva actitud ante las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC).

Cambio de Comportamiento y Experimentación

Finalmente, superado adecuadamente todo el proceso de reflexión anterior nuestro componente actitudinal de "Comportamiento" tendría que cambiar significativamente. Nuevas conductas y prácticas comenzarán a surgir. Indagar, alfabetizarse de manera formal y/o informal, compartir con otros, etc. Pero sobre todo pienso que comenzar a "experimentar" debe ser la conducta más predecible. Si esto no sucede, entonces la recomendación que se me ocurre es que debemos empezar a reflexionar de nuevo, pero ahora con las siguientes preguntas:

¿Qué tipo de profesor quiero ser en el futuro?

¿Qué me impide realmente en la actualidad incorporar la tecnología en mis estrategias y actividades de enseñanza?


Revisión: 04-06-2024

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